Con mi hijo NO!

Creo que muchos de Ustedes conocen a mi hijo Haroldo. Su personalidad extrovertida y simpatía anda por la vida creciendo y aprendiendo, superándose con sus virtudes y nosotros, padres y familiares, conteniéndolo y fortaleciéndolo en sus capacidades.

   A Haroldo y otros amiguitos les gusta mucho ir a una radio local.  Allí  participan saludando a la audiencia, tienen muy buena onda con los conductores de programas como así también con el dueño. Todos ellos tienen empatía con estos niños especiales a los que les agradecemos de corazón su dedicación y  hasta la paciencia.

           Pero nunca falta un desubicado. Hecho que quiero compartir con ustedes y que juntos podamos reflexionar algunas cosas. En este caso un profe de la escuela que no es de la especial, donde ellos están integrados,  llegado al lugar los saludo bien.

Mi hijo, que no comprende quizás la magnitud de los problemas que se están atravesando en nuestra ciudad  y que no debiéramos exigirle a él ni a ningún otro menor la comprensión de un conflicto generado entre adultos, tuvo la idea de hacer una inocente pregunta que fue la siguiente:

 -Profe ¿Cuándo volvemos a la escuela?

Este le contesto: -Pregúntale a tu madre….. Ella sabe, y decíle que no vamos a volver a la escuela hasta que  su gobernador se vaya.

Esto a Haroldo no le gustó por que le contestó algunas cosas, porque obvio, aunque sea niño, no le pasa desapercibido que el Profe se lo conoce como dirigente de la UCR.

           Haroldo sabe que en su familia los posicionamientos políticos están divididos pero vivimos en un profundo respeto ideológico. Tiene una mamá que siempre participa políticamente en el Partido Justicialista y tiene un papá que es un dirigente Radical de toda la vida. Ambos participamos de la vida democrática y política de nuestro querido pueblo.  

Haroldo se ha criado yendo a una Unidad Básica como así también a un Comité donde en ambos lugares se relaciona con todos y el ha convivido con profundos debates en el seno familiar donde siempre a nuestros  hijos se les ha dicho que la construcción se realiza con diálogo, respeto, entre todos se construye el consenso que nos permita una sociedad más justa.

             Si esto que parece una insignificancia se lo hubiera dicho éste Profe a cualquiera de mis otros hijos no me hubiera indignado tanto. Se que ellos están en mejores condiciones de receptar el improperio y preparados para contestar con altura a esto que pareciera un tiro por elevación: -Decile a tu mamá que volveremos a la escuela cuando el gobernador se vaya.

              Y más grave lo sentí cuando mi hijo me contaba lo que el Profe le había dicho, porque quien pregona militancia dentro de las filas de un partido debe esperar y alentar los mecanismos democráticos establecidos: es el pueblo el que elige a sus autoridades a través del voto universal, secreto y obligatorio.

Siempre apoyé los reclamos de los trabajadores y toda medida de fuerza dentro del marco de la ley. Los apoyé a muchos desde distintos lugares.

Creo que a través del diálogo y la negociación se llega a buenos acuerdos siempre en el marco de las instituciones y la legalidad.

Es por ello que  promoví la mesa de concertación dentro de la localidad de Las Heras, interactué con los dirigentes de los gremios, los concejales, intendente y fuerzas vivas para que entre todos buscáramos alternativas de solución para un conflicto que nos afecta a todos.

Quizás no tuvo el éxito esperado…. pero aposté y trabajé intensamente para que  desde ese lugar se intentara por lo menos destrabar los bloqueos que  tanto afectan la economía de nuestra ciudad.

             Al profe le digo: CON LOS CHICOS NO!

Cualquier diferencia hasta política que el profe sepa que tiene las puertas abiertas de mi oficina si quiere debatir y no es mandando mensajes por elevación a través de un niño especial.

            El peor aprendizaje que se está realizando es que los adultos no podemos dirimir los conflictos mediante el uso del diálogo.

             Diálogo que solo es posible, dentro del marco institucional con el que contamos, cuando los actores del conflicto realicen actos positivos como ser el levantamiento efectivo de los bloqueos y en el ámbito de la conciliación obligatoria.