Caso “Marita” Verón
Una madre que fingió ser prostituta para buscar a su hija
Se trata de Susana Trimarco, quien
busca a su hija hace una década, desde que la joven tucumana fuera
secuestrada por una red de trata de blancas. No obstante, el juicio por
su desaparición continúa y tiene a 13 acusados.
Lunes 2 Abr 2012
Trimarco vivió en Río Gallegos, La Rioja y Buenos Aires, siguiendo todas las pistas para poder hallar a su hija.
“No voy a
parar hasta verlos a todos en la cárcel”. Ese juramento se lo hizo hace
una década Susana Trimarco, de 56 años, cuando su hija María de los
Angeles (‘Marita’, de 23) fue secuestrada, drogada, violada y vendida a
una red de trata de blancas en San Miguel de Tucumán.
Hoy,
esta mujer, que hasta antes de la desaparición de su hija era una ama
de casa como cualquiera, está a punto de cumplir su promesa: tiene a 13
personas -entre ellas, dos exgobernadores de Tucumán- acusadas de
privación ilegítima de la libertad y promoción de la prostitución en un
juicio que se inició hace un mes en su provincia.
Para
cumplirla, debió meterse a empellones a los despachos judiciales,
bucear en el hampa de Tucumán, Buenos Aires y La Rioja, viajar por el
mundo y disfrazarse de prostituta para infiltrarse en casas de lenocinio
y poder así buscar pistas del paradero de su hija.
Hasta
el 3 de abril de 2002, cuando ‘Marita’, madre de una hija de 2 años,
fue secuestrada en su trayecto hasta un consultorio médico, Trimarco
tenía una vida como tantas. Casada, con 2 hijas y un empleo público en
Tucumán. Desde entonces, removió cielo y tierra para enterarse de que
los jefes de la prostitución en el norte argentino eran los hermanos Ale
-famosos por sus prontuarios delictivos- y Rubén, el ‘Turco’,
presidente del club de fútbol San Martín de Tucumán y un hombre de
soldados vínculos políticos con el poder.
Infatigable labor
Aquello
no alcanzó y Trimarco siguió adelante. Recorrió todo el país buscando a
‘Marita’. Vivió en Río Gallegos, La Rioja y Buenos Aires, siguiendo
todas las pistas de su hija. Nunca, hasta ahora, supo nada de ella, pero
en su infatigable labor, ayudó a liberar a otras mujeres en situación
de explotación sexual y, como nadie, hizo que la sociedad tomara
conciencia del flagelo de la trata de blancas.
Por
esta gesta, Trimarco recibió en Estados Unidos un gran reconocimiento.
La secretaria de Estado, Condoleeza Rice, le entregó en 2007 el galardón
Mujer Coraje, premio otorgado a las más importantes líderes del mundo.
Premiada por el Departamento de Estado, Trimarco creó la Fundación María
de los Angeles, con la que rescató a 115 mujeres explotadas en las
calles de Argentina.
La
amenazaron en innumerables oportunidades, le dieron cuanta pista falsa
supo comprar, pero nada impidió que casi 10 años después haya logrado
que un tribunal tenga sentados a varios de los sospechosos de la
desaparición de su hija. Aportó testimonios contra policías, jueces,
funcionarios, oficiales.
“Cuando
desapareció ‘Marita’, fui a la Casa de Gobierno a pedir ayuda, como una
estúpida. Digo como estúpida porque allí estaba la mafia”, le explicó
al tribunal. Y, de hecho, acusa al ‘Turco’ Ale de estar detrás del
secuestro.
Esperanzas
Al
exgobernador de La Rioja lo acusa de haber trabajado para “tergiversar
las pruebas y para confundirme cada vez que pedía ayuda oficial”.
Cuando
interviene en el juicio, como ya ocurrió en dos ocasiones, desde
febrero último, no duda en señalar a políticos y policías.
“Por
las cosas que yo pasé en La Rioja, voy a vivir con miedo toda la vida.
Hasta ahora, el juicio es normal y creo que vamos demostrando quién es
cada uno de los acusados, cuando en principio nos querían hacer creer
que eran inmaculados”, le dijo Trimarco a la prensa el pasado lunes.
Son
13 acusados por Trimarco los que desfilarán por los tribunales en el
juicio, que se reanudará la semana próxima. “Si está muerta, quiero que
me lo digan”, dijo cuando fue interrogada por los abogados de la defensa
y nadie se animó a responder o agregar una palabra.
Además
de Ale, Gonzalo y José el ‘Chenga’ Gómez -quienes regenteaban el
prostíbulo Desafío, en la capital riojana- y María Azucena Márquez, más
conocida como ‘Doña Claudia’ en sus funciones de ‘Madama’ de ese
prostíbulo, suelen ir al juicio acompañados de la defensa. Otro de los
testigos que declararon fue Daniela Milheim, quien dijo haber visto a
‘Marita’ y también acusó a Ale de haberla iniciado en la prostitución a
los 16 años.
Por
ahora, el juicio avanza y Trimarco, cuya vida llegó a la televisión en
una teleserie titulada “Vidas robadas”, aún mantiene esperanzas de saber
dónde está su hija.
Juicio contra el poder
Aún
en el tribunal, Trimarco y su abogado, José D’Antona, deben soportar
las risas socarronas y las faltas de los acusados. “La pose permanente
del que se sabe impune”, dice. Así ocurrió el pasado martes (27 de
marzo), cuando la acusada Márquez llegó dos horas tarde al juicio. “El
ómnibus que me traía de La Rioja se descompuso”, argumentó. La
reiteración de esa conducta llevó al tribunal a llamarle la atención.
“Este
es un juicio contra el poder”, suele repetir D’Antona, quien el martes
acusó al ‘Chenga’ Gómez de haber alquilado una casa a pocos metros de
donde vive Trimarco, en lo que considera un acto de intimidación contra
la que para muchos en el país es la ‘Madre Coraje’, al tiempo que pidió
la declaración de dos policías, ya que uno de los argumentos de la
querella es que hubo uniformados que participaron en el secuestro de
‘Marita’.
Gracias
a las pesquisas de Trimarco, hasta aquí, según su propio testimonio, se
enteró de que ‘Marita’ fue maltratada, obligada a prostituirse y a
tener un hijo en cautiverio. Otra razón adicional para justificar esa
lucha de una década. “Si la mataron, quiero sus huesos, y si tuvo un
hijo, entonces quiero conocer a mi nieto”, dijo ante los jueces.
Pero,
como cualquier madre, en su hipótesis más positiva espera que aún esté
con vida, que haya sido vendida a una red internacional de prostitución,
así como se dijo alguna vez: “que la secuestraron y que cobraron 2.500
dólares por entregarla a una red”.
Y
es que las redes locales de prostitución suelen contactarse con otras
en Europa, México o China, adonde son ilegalmente vendidas cientos de
mujeres.
Incapacidad o inacción
Las
autoridades estiman que en la actualidad por los menos 700 mujeres
argentinas, en su mayoría raptadas cuando no llegaban aún a los 18 años,
son sometidas a condiciones de trata.
La
carencia de políticas y la incapacidad o inacción de la Justicia han
frenado muchas veces la labor de Trimarco, quien lucha contra este
flagelo. Pero no logran pararla. Lucha por la reparación, la verdad y la
justicia, no sólo en una sala de tribunales por el caso de su hija,
sino en todos los escenarios donde se da la trata de personas. Hoy pide,
no sin desesperación, “que aparezca ‘Marita’”, mientras jura que su
caso es la lucha contra “la justicia de los hombres”. (Diario Tiempo)
Una década
Con
una marcha en Tucumán y una concentración en Buenos Aires,
organizaciones y dirigentes sociales reclamarán el próximo martes 3 de
abril la aparición de “Marita” Verón, al cumplirse 10 años de su
secuestro y desaparición en manos de grupos de trata de personas.
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